NOTA: En pleno proceso de renovada traici�n estatutaria nos ha parecido oportuno recuperar episodios de la primera estafa ocurrida durante la Transici�n. A este objeto, redifundimos materiales, documentos y balances publicados en Andaluc�a Libre dedicados sucesivamente al 4 de Diciembre (1), Pacto de Antequera (2), gestaci�n y limites del 28 de Febrero (3) y proceso de elaboraci�n del Estatuto de 1981 (4). Para facilitar su descarga y utilizaci�n se omite las fotograf�as que ilustraban los boletines originales.
El tratamiento del actual proceso puede seguirse en ANDALUCIA LIBRE (ver ultimos boletines en nuestro sitio)
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ANDALUC�A LIBRE n� 147 - 4 de Diciembre, D�a Nacional de Andaluc�a
mi�rcoles, 4 de diciembre de 2002:
Se cumplen 25 a�os de aquel inolvidable 4 de Diciembre de 1977, en el que mill�n y medio de andaluces y andaluzas tomaron las calles de nuestra Naci�n para afirmarse como pueblo, proclamar sus esperanzas y exigir sus derechos pol�ticos y sociales. Esta efem�ride marca de forma especial este D�a Nacional de 2002.
Este a�o de v�speras electorales, el Gobierno andaluz ha sustituido su tradicional desd�n y ocultaci�n del aniversario por una campa�a de actos institucionales, con la que busca, obviamente, presentarse como si fuera el heredero natural y la consecuencia pol�tica de aquella Jornada. Toca aprovechar lo que se pueda de lo que se haga, pero sin dar nunca cuartel a esa manipulaci�n hist�rica de quienes asientan su victoria particular sobre la derrota de su pueblo. Frente al discurso triunfalista de los vencedores (las fuerzas pol�ticas y sociales constitucionales); es hora de levantar de nuevo el discurso de los derrotados, es decir, de toda la Andaluc�a que hoy, un cuarto de siglo despu�s, sigue sin Poder, sin Tierra, sin Trabajo y sin Libertad real para decidir su destino.
A recordar lo que realmente fue aquel 4-D, como ejercicio de recuperaci�n de nuestra memoria colectiva y tambi�n, de forma indisoluble, como acicate para perseverar en nuestra inconclusa lucha de liberaci�n nacional y social, dedicamos este numero de Andaluc�a Libre. A este objeto hemos reproducido cr�nicas period�sticas contempor�neas de aquel d�a que, con las l�gicas limitaciones del tiempo y de la l�nea editorial de donde fueron publicadas, nos traen a hoy im�genes y tonos para ayudar a revivirlo en toda su riqueza y emotividad. Tarea especialmente necesaria para que las nuevas generaciones de andaluzas y andaluces puedan recuperar su aut�ntica historia y a partir de ah�, contribuir as� a alcanzar su emancipaci�n pol�tica y social.
ANDALUC�A LIBRE
Antes del 4-D
[Se hab�an celebrado ya las primeras elecciones postfranquistas el 15 de Junio (por cierto, con todas las fuerzas a la izquierda del PCE a�n ilegales y forzadas a concurrir con otros nombres) y segu�a gobernando Su�rez (ex-ministro secretario general del Movimiento franquista, nombrado presidente por Juan Carlos de Borb�n, el sucesor designado por Franco) a la cabeza de un partido -la UCD- en donde se hab�an reciclado los franquistas aperturistas. Por los mismos d�as en que se celebrar�a la manifestaci�n del 4-D, la Ponencia Constitucional -formada por AP, UCD, PSOE, PCE y CDC- andaba pasteleando en Madrid el anteproyecto de Constituci�n mon�rquica espa�ola.
Los parlamentarios andaluces hab�an formado una Asamblea de Parlamentarios en dos intentos -agosto y octubre de 1977- que, tras pelearse sobre si deb�an aceptar en su seno o no a los electos de las colonias de Ceuta y Melilla -la UCD los quer�a dentro; en tanto el PSOE no, porque le quitaban la mayor�a en la Asamblea- hab�an finalmente acordado reclamar la autonom�a para Andaluc�a. Nada del otro mundo, dado el ambiente dominante. Baste recordar que, ya en Marzo de 1976, incluso hasta los presidentes franquistas de las Diputaciones provinciales andaluzas hab�an reclamado la formaci�n de una Mancomunidad andaluza de Diputaciones como engendro paraauton�mico.
En Septiembre de 1977, el Gobierno espa�ol se hab�a tra�do a Tarradellas del exilio para montar una "Generalitat provisional" -puro humo y mucho s�mbolo- con la que controlar y enfriar la situaci�n pol�tica en Catalu�a. Era el inicio de las llamadas "pre-autonom�as". En Andaluc�a, por entonces, se quer�a reproducir el invento. Nuevamente andaban a tirones UCD y PSOE por c�mo controlarlo y tambi�n por c�mo repart�rselo: la UCD, minoritaria en parlamentarios quer�a compensarlo incluyendo a sus colegas de las Diputaciones provinciales franquistas en los �rganos de la "preautonom�a andaluza", lo que no agradaba precisamente al PSOE.
En esa coyuntura y con esas preocupaciones, se produce la convocatoria del 4-D, con la intenci�n impl�cita de presionar al Gobierno espa�ol de UCD para que acelerase el proceso (aunque luego, la "preautonom�a" no se constituyera hasta mayo de 1978, con pacto incluido tambi�n sobre lo de las Diputaciones).
Sin embargo, m�s all� de estas intenciones, el pueblo andaluz -para sorpresa y preocupaci�n de muchos de los convocantes- se toma la fecha como una cita consigo mismo y como un acto de afirmaci�n colectiva.
Tambi�n lo ven as� las estructuras del Estado espa�ol y la ultra espa�olista, una de cuyas organizaciones pantalla era Fuerza Nueva. Y actuaran en consecuencia...]
Gran despliegue en la preparaci�n del D�a de Andaluc�a
S�lo Alianza Popular* ha roto el esp�ritu unitario de la jornada del d�a 4
JOS� AGUILAR, - Sevilla
EL PA�S | Espa�a - 26-11-1977
Con las l�gicas diferencias entre las ocho provincias, prosiguen a buen ritmo en toda la regi�n los preparativos para el D�a de Andaluc�a, a celebrar el 4 de diciembre por acuerdo de las principales fuerzas pol�ticas y siguiendo la sugerencia hecha en este sentido por la Asamblea de Parlamentarios. Un amplio consenso, no conseguido hasta ahora en la regi�n, se ha producido en torno a esta jornada en la que se pretende que el pueblo andaluz exprese masiva y unitariamente su voluntad de autogobierno.
El esp�ritu unitario con que ven�an desarroll�ndose los preparativos s�lo ha sido quebrado por la decisi�n de Alianza Popular de retirarse de la convocatoria ante el acuerdo adoptado por todos los dem�s partidos en el sentido de que sea la bandera andaluza la que marche al frente de las manifestaciones, hecho que para AP equivale a poner en duda la unidad del Estado.
Cr�ticas moderadas
La contestaci�n protagonizada por algunos partidos minoritarios, desde Reforma Social al Movimiento Comunista, por el acuerdo de la comisi�n pol�tica regional de no admitir en su seno, por razones de operatividad, a m�s fuerzas pol�ticas que las once ya representadas, ha sido muy moderada, y, desde luego, nadie ha condicionado su adhesi�n al D�a de Andaluc�a al hecho de ingresar en la comisi�n. Entre las decisiones ya adoptadas, adem�s de la consideraci�n de la bandera regional, verde y blanca, como �nico s�mbolo presente en la manifestaci�n de cada provincia, con eliminaci�n expresa de las banderas partidistas, est� el deseo de que las manifestaciones sean tan masivas como ordenadas y pac�ficas y, la negociaci�n estricta de las consignas a corear, que en cualquier caso, estar�n encaminadas exclusivamente a reivindicar la autonom�a. Las concentraciones terminar�n con la intervenci�n de representantes de los partidos parlamentarios, y, en menor cuant�a, de los extraparlamentarios, aunque este es un extremo a negociar a�n.
Cuentas corrientes, para la financiaci�n
De Almer�a a Huelva y de C�diz a Ja�n, las comisiones provinciales de financiaci�n, propaganda y relaciones est�n trabajando de firme. Junto a la aportaci�n de los partidos, las comisiones de cada provincia han abierto cuentas corrientes para recoger la ayuda ciudadana a los gastos de la jornada. Tambi�n se hacen gestiones con empresas andaluzas y entidades de cr�dito a fin de pedirles apoyo econ�mico. El monte de Piedad de C�rdoba se ha adelantado en este aspecto, donando 100.000 pesetas, a los organizadores. Algunos ayuntamientos y diputaciones han prometido sufragar cientos de miles de octavillas o engalanar con la bandera todo el trayecto de la manifestaci�n.
Muchos maestros y directores de colegios dedicar�n la semana anterior al D�a de Andaluc�a a explicar a sus alumnos diversos aspectos de la historia y la realidad regional. Numerosos centros culturales preparan conferencias y mesas redondas. Una emisora, Radio Sevilla, anuncia para �l 4 un programa especial de veinte horas dedicado �ntegramente a Andaluc�a.
Hoy comienza la negociaci�n con el Gobierno
Precisamente, hoy s�bado, dar�n comienzo las negociaciones para el establecimiento de un r�gimen preauton�mico en Andaluc�a entre la comisi�n designada por la Asamblea de Parlamentarios y el ministro para las Regiones y diputado sevillano, Manuel Clavero Ar�valo. Esta primera reuni�n formal -los contactos previos han sido meramente preparatorios y tendentes a agilizar las sesiones de trabajo dar� comienzo a las seis de la tarde en el Gobierno Civil de Sevilla. La comisi�n de la asamblea est� compuesta por los parlamentarios Ignacio Huelin (UCD, M�laga), Rafael Escuredo (PSOE, Sevilla), Ignacio Gallego (PCE, C�rdoba) y Joaqu�n Navarro (Independiente, Almer�a). Como es sabido, la Asamblea de Parlamentarios de Andaluc�a aprob� recientemente en Granada un proyecto de autonom�a provisional de trece art�culos preparado con anterioridad por la comisi�n permanente.
Sobre los proyectos preauton�micos de los parlamentarios arrecian las cr�ticas de otros partidos que se sienten marginados. Ante la decisi�n de la Asamblea andaluza de rechazar la inclusi�n de partidos extraparlamentarios -Alianza Popular, Izquierda Democr�tica, Partido Socialista de Andaluc�a y Partido del Trabajo-, Luis Uru�uela manifest� en una rueda de prensa que �el voto de m�s de 400.000 andaluces va a quedar fuera de todo protagonismo en la gestaci�n de los �rganos preauton�micos�.
*Alianza Popular (AP) era el primer nombre de lo que ahora es el PP. Aglutinaba a la derecha franquista m�s recalcitrante, complementando a la UCD.
Andaluc�a se manifiesta hoy por su Estatuto
Galicia y Andaluc�a celebran hoy manifestaciones multitudinarias en todas sus capitales provinciales para impulsar sus movimientos auton�micos. Calles engalanadas con banderas blanquiazules y blanquiverdes y un esp�ritu de solidaridad que hace prever grandes concentraciones son las notas m�s destacadas de las informaciones facilitadas por los corresponsales de EL PA�S en estas dos regiones.
Sevilla EL PA�S | Espa�a - 04-12-1977
De doscientas a 300.000 personas se espera acudan a la manifestaci�n que recorrer� las calles c�ntricas de la ciudad. En la de Sierpes, familiares de Blas Infante entregar�n una bandera andaluza a un grupo de ni�os, que encabezar� la marcha. Uno de los puntos m�s conflictivos ha sido la colocaci�n en los balcones del Ayuntamiento, para presenciar el acto pol�tico, de las representaciones de partidos parlamentarios y extraparlamentarios. Los equipos de f�tbol que disputan encuentros en esta jornada saltar�n al terreno de juego con la bandera blanquiverde, y la directiva del Betis ha recomendado a sus jugadores que saquen tambi�n la ense�a nacional. S�lo Fuerza Nueva, de partidos pol�ticos, no apoya la convocatoria, que califica de ultraje a la bandera nacional.
Ja�n. El diputado del Partido Socialista Obrero Espa�ol -Alfonso Fern�ndez Torres ser� en esta ciudad quien dirija el parlamento a los manifestantes. La ciudad est� engalanada con banderas de Andaluc�a y se espera un gran n�mero de participantes en la convocatoria.
Granada. La manifestaci�n se iniciar� a las doce por la carrera del Genil para terminar, en Plaza Nueva, donde un parlamentario de Uni�n de Centro Democr�tico se dirigir� a los concentrados. Federico Mayor, que ten�a el encargo, ha sido vetado por los dem�s partidos pol�ticos, y ser� sustituido -con toda seguridad- por el senador de la misma coalici�n Antonio Jim�nez Blanco. 0tro punto bastante conflictivo ha sido la composici�n del servicio de orden, integrado por 1.200 personas, cuya mayor�a estar� formada por militantes del Partido Comunista de Espa�a. A diferencia de otras provincias, ni el Arzobispado, Ayuntamiento y Diputaci�n han manifestado su apoyo a la convocatoria.
Almer�a. De un poco flojo ha sido calificado el ambiente en esta capital para la manifestaci�n de hoy, que ha contado con apoyos generalizados, como la aportaci�n econ�mica de la Caja de Ahorros. Joaqu�n Navarro, senador del Partido Socialista Popular, ser� el encargado de dar lectura al comunicado preparado
C�diz. Durante toda la semana se han venido desarrollando diversos actos preparatorios del D�a de Andaluc�a, que culminar� hoy con la manifestaci�n.
C�rdoba. Los preparativos de la jornada de hoy se han visto ennegrecidos por la agresi�n sufrida por miembros del Partido Socialista de Andaluc�a, cuando pegaban carteles convocando a la manifestaci�n, por miembros de Fuerza Nueva. El Partido Socialista Popular y el Partido del Trabajo han presentado denuncias contra Jos� Jarque, de Fuerza Joven, al que acusan de las agresiones.
M�laga. La �nica Diputaci�n que no ha autorizado la instalaci�n de la bandera andaluza en sus m�stiles es la de esta capital. Esta actitud ha sido considerada por la comisi�n organizadora como �falta de realismo pol�tico y demostraci�n clara de que la actual Corporaci�n no representa los intereses del pueblo malague�o�. Los partidos minoritarios han protestado porque en la manifestaci�n no puedan figurar sus propias ense�as. Una caracter�stica de los d�as previos a la manifestaci�n han sido los conatos de agresi�n e insultos protagonizados por miembros de extrema derecha.
Huelva. Las doce ser� tambi�n la hora de comienzo de la concentraci�n, que cuenta con el apoyo de todo el abanico pol�tico y a la que se han sumado numerosas instituciones. El Obispado ha hecho p�blico una comunicaci�n de solidaridad
Mar�a Infante: Andaluc�a es una nacionalidad
EL PA�S | Espa�a - 04-12-1977
Mar�a Infante, hija del primer m�rtir andaluz, Blas Infante, fusilado �por rojo y separatista� en 1936 y padre del andalucismo de nuestro tiempo, entregar� ma�ana, en Sevilla, a los organizadores de la manifestaci�n del D�a de Andaluc�a, la bandera verde, blanca y verde de su padre. Mar�a, desde la ciudad de la Giralda, emocionada al tel�fono hizo a EL PA�S unas breves y sentidas declaraciones. EL PA�S:
�Qu� pasar� el d�a 4 en Andaluc�a?,
Mar�a Infante: Estoy emocionada. He salido esta ma�ana por Sevilla y la he visto engalanada de banderas verde y blancas y me he tenido que volver a casa. Me dio mucha alegr�a y mucha tristeza. Alegr�a por lo que ello significa para los andaluces. Tristeza porque, este gran andaluz, mi padre, tuvo que morir para que esto fuera posible.
EL PA�S: �Andaluc�a echa a andar?
M. I.: Ni mucho menos. Reemprende el camino despu�s de cuarenta a�os de dictadura. En 1936 las Cortes ten�an ya un anteproyecto de base de Estatuto de Autonom�a, que hubiese sido aprobado si la guerra civil se hubiera iniciado dos meses m�s tarde. El movimiento andaluz viene de muy lejos, las juntas liberalistas, las asambleas de Antequera, de C�rdoba, de Ronda, etc�tera.
EL PA�S: Andaluc�a �es una regi�n o una nacionalidad?
M. I.-, Es una nacionalidad. Mi padre; Blas Infante, escrib�a en C�rdoba en enero de 1919 �Andaluces, Andaluc�a es una nacionalidad porque una com�n necesidad invita a todos sus hijos a luchar juntos por su com�n redenci�n. Lo es tambi�n porque la naturaleza y la historia hicieran de ella una distinci�n en el territorio hisp�nico. Lo es tambi�n porque, lo mismo en Espa�a que en el extranjero se la se�ala como un territorio y un pueblo diferente.�
Los emigrantes andaluces tambi�n
EL PA�S | Espa�a - 04-12-1977
La manifestaci�n del 4-D en Barcelona en la Plaza de Sant Jaume,
junto al Palau de la Generalitat
Los andaluces emigrados en Barcelona y Madrid, celebrar�n tambi�n el D�a de Andaluc�a. En Madrid, el frente de emigraci�n del Partido Socialista de Andaluc�a y el Centro Social y Cultural Andaluz de Moratalaz han convocado a los andaluces residentes en Madrid a una concentraci�n que tendr� lugar hoy, a las doce del mediod�a, en la plaza de Santa Ana. En Barcelona, veinticuatro organizaciones pol�ticas y sindicales catalanas (desde el centro a la extrema izquierda) se han adherido a la celebraci�n de una marcha solidaria que se iniciar� en la plaza de Catalu�a, de Barcelona, a las doce.
Cr�nicas del 4 de Diciembre
[El 4 de Diciembre fue una jornada de participaci�n masiva y festiva en toda Andaluc�a; con manifestaciones incuantificables, hasta hoy no superadas. Todo tipo de asociaciones c�vicas y sociales; las c�lulas y agrupaciones de base de las organizaciones pol�ticas y sindicales; los centros de estudio; las plantillas de las fabricas; las asociaciones de vecinos... y miles de personas portaban pancartas y banderas andaluzas, llenando de verde y blanco las calles.
Pero tambi�n fue un d�a de lucha. Hubo enfrentamientos -de diversa entidad y contundencia- con polic�as y fascistas espa�oles en casi todas las ciudades. Peque�os cortejos de fascistas intentaron boicotear los actos, para tener al final que retirarse ante la presi�n creciente de la gente (por cierto y significativamente, uno de estos grup�sculos ultras llamado Partido Nacional-Sindicalista Espa�ol, sacaba entrelazadas en su pancarta las banderas falangista, espa�ola y de la pretendida Andaluc�a Oriental, que luego en 1979-80, retomar�a sin �xito un sector de la UCD).
Una constante del d�a fue el rechazo activo a la bandera espa�ola (llamada tambi�n "nacional" en las cr�nicas period�sticas que reproducimos); entonces masiva y correctamente asociada a la opresi�n, la represi�n y la miseria y la consecuente confrontaci�n con sus afines, uniformados o de paisano. Por donde pasaban las manifestaciones -calles c�ntricas, habitualmente- iban cayendo o siendo retiradas por la fuerza, una tras otra, las banderas espa�olas que provocativamente hab�an colocado en sus balcones los espa�olistas. Primero el griter�o, los insultos, la consigna sincopada: "�S�lo queremos, banderas andaluzas!" y luego, una vez colocadas las verdiblancas, las ovaciones cerradas, iban marcando a cada tramo la sustituci�n de unas por otras].
SEVILLA
La mayor concentraci�n
JOS� AGUILAR - Sevilla
EL PA�S | Espa�a - 06-12-1977
Las previsiones de los organizadores se vieron desbordadas, y entre 350.000 y 400.000 sevillanos celebraron el D�a de Andaluc�a recorriendo durante casi dos horas las calles del centro de la ciudad. La riada humana era tan impresionante que las cuatro quintas partes de los reunidos no pudieron o�r la alocuci�n que Alfonso Guerra (PSOE) dirigi� a los manifestantes, en nombre de la Asamblea de Parlamentarios andaluces, desde el balc�n principal del Ayuntamiento. Tras la lectura de este manifiesto -interrumpido por gritos estruendosos de "que hable en andaluz"- la muchedumbre guard� silencio mientras se o�a el himno regional y ondeaban miles de banderas blanquiverdes.
Los parlamentarios de la provincia y dos representantes de cada uno de los partidos organizadores encabezaban la marcha, que iba precedida por la hist�rica bandera de Blas Infante portada por un grupo de ni�os. Banderas de todos los partidos, sindicatos y entidades, ciudadanas y culturales y diversas pancartas -una con el lema �Si Marco encontr� a su madre, los andaluces encontraremos nuestra autonom�a�- daban significaci�n unitaria y andalucista a la hist�rica jornada. Se dieron gritos de "Autonom�a para Andaluc�a", "Emigrantes aqu�", "Andaluc�a grita, escuelas gratuitas", "Gobierno escucha, la autonom�a es nuestra lucha", "Terrateniente, banquero, invierte aqu� tu dinero", y otros.
La manifestaci�n tuvo que dar comienzo con media hora de retraso para esperar a los miles de ciudadanos que, procedentes de los barrios y pueblos de la provincia, encontraron dificultades de tr�fico para acceder al Prado de San Sebasti�n y tambi�n a causa de la actitud de unos doscientos militantes de Fuerza Nueva, en su mayor�a muy j�venes, que portando banderas exclusivamente nacionales, se concentraron delante de los manifestantes de forma provocativa. Antes de que llegase la fuerza p�blica, el servicio de orden consigui� que se retirasen, aunque se les invit� a integrarse en el grueso del cortejo, lo que no aceptaron.
C�RDOBA
Hablaron tres parlamentarios
EL PA�S | Espa�a - 06-12-1977
Los diez partidos organizadores en C�rdoba, sin llegar a pedir la no comparecencia de la bandera nacional, obvi�ndola de hecho por no plantear obst�culos aprior�sticos, s� exigieron la ausencia de banderas partidistas, que se cumpli� totalmente. De hecho, aparte de los locales oficiales donde figuraba la nacional, s�lo miembros del FRAP, una vez disuelta la manifestaci�n, abrieron una gran bandera republicana, ya que los manifestantes les impidieron hacerlo cuando en el transcurso de la misma lo pretendieron. La plaza de Las Tendillas sirvi� para que, desde una gran tribuna donde figuraba el escudo de la ciudad y las banderas verdes, blancas y verdes, comparecieran los convocantes.
JA�N
Imper� el civismo
A. G. - Ja�n
EL PA�S | Espa�a - 06-12-1977
Asistieron todos los parlamentarios de la provincia, sum�ndose tambi�n el senador del PSOE por Valencia Jos� Mar�a Ruiz Ram�rez, por ser natural de un pueblo de Ja�n, y les segu�an en la manifestaci�n los representantes de los partidos y fuerzas vivas, con el presidente de la Diputaci�n y el alcalde de la capital al frente. Los �nicos conatos de incidentes se produjeron cuando en alg�n edificio onde� en solitario la ense�a roja y gualda, pidiendo los manifestantes con gritos que fuera sustituida por la verde y blanca.
C�DIZ
Diez detenciones
EL PA�S | Espa�a - 06-12-1977
En 70.000 se estima el n�mero de personas que acudieron el pasado domingo, en C�diz, a la manifestaci�n pro autonom�a andaluza. Otras 10.000 personas lo hicieron en Algeciras. El �nico incidente acaecido ocurri� cerca del Ayuntamiento, donde un reducido grupo de personas despleg� banderas espa�olas mientras saludaban al uso fascista, comenzando a cantar el Cara al Sol. Se form� un revuelo al serles arrebatadas las banderas por manifestantes, interviniendo la polic�a, que se encontraba detr�s de los provocadores. Se practicaron diez detenciones. Los detenidos fueron puestos en libertad poco despu�s.
GRANADA
Participaci�n, pese a la lluvia
EDUARDO CASTRO - Granada
EL PA�S | Espa�a - 06-12-1977
M�s de 120.000 personas participaron el domingo en la manifestaci�n pro autonom�a andaluza celebrada en Granada, a pesar de la insistente lluvia ca�da durante toda la ma�ana sobre la ciudad y del relativo poco ambiente que en la misma se hab�a creado en tomo al D�a de Andaluc�a. Cuando ya la manifestaci�n se hab�a dado por concluida, despu�s de que el senador de UCD Antonio Jim�nez Blanco leyera el comunicado de la comisi�n organizadora, un grupo de unas mil personas se dirigi� por la Gran V�a hacia el Gobierno Civil, produci�ndose entonces violentos enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de la Polic�a Armada, que hicieron uso de abundante material antidisturbios. Siete agentes de uniforme y un miembro del cuerpo especial de polic�a, as� como, al menos, seis de los manifestantes -entre ellos, un fot�grafo de prensa que qued� conmocionado en el suelo con una brecha sangrante en la cabeza- resultaron heridos de alguna consideraci�n en el transcurso de los incidentes y tuvieron que ser atendidos en servicios de urgencia de los hospitales Cl�nico y de la Seguridad Social. Otras cuatro personas fueron, asimismo, detenidas y puestas a disposici�n judicial, decretando el juez el traslado a prisi�n de tres de los detenidos
HUELVA
Incidentes ante el Gobierno Civil
EL PA�S | Espa�a - 06-12-1977
Poco antes de comenzar la manifestaci�n se registraron varios incidentes, cuando algunas personas con banderas republicanas y del FRAP intentaron sumarse al grueso de la misma, hecho que fue impedido por los organizadores. Tras recorrer varias calles de la capital onubense, los manifestantes se concentraron en la plaza de Las Monjas, donde el diputado Jos� F�lix P�rez Millares (UCD) dio lectura al comunicado conjunto de los parlamentarios.
No obstante, un numeroso grupo de personas se dirigi� hacia el Gobierno Civil de Huelva, donde solicit� a voces que, junto a la bandera nacional, fuera colocada la bandera andaluza. Sobre este hecho, el Gobierno Civil difundi� una nota en la que afirma: �Varios individuos intentaron forzar las puertas de entrada a la sede de dicho Gobierno, mientras otros apedreaban la fachada del mismo y golpeaban a algunos miembros de la Polic�a Armada, por lo que �sta se vio obligada a reprimir la manifestaci�n.�
ALMER�A
Pocos asistentes
E. C., - Almer�a
EL PA�S | Espa�a - 06-12-1977
Almer�a ha sido, con una gran diferencia, la capital andaluza donde se registr� el menor n�mero de asistentes a la manifestaci�n pro autonom�a. Al poco ambiente existente durante los d�as anteriores al domingo vino a sumarse la lluvia, tan poco habitual en el sureste peninsular, lo que hizo que no pasaran de 5.000 las personas congregadas en la explanada del puerto a las doce del mediod�a, hora prevista para el inicio del acto. La marcha finaliz�, despu�s de media hora de recorrido por las principales calles de la ciudad, en la plaza de la Puerta de Purchena, donde el parlamentario de UCD Juan Antonio G�mez Angulo dio lectura al manifiesto de la comisi�n organizadora del D�a de Andaluc�a. Al final de la manifestaci�n, un grupo de unos treinta j�venes permanecieron en la plaza cantando La Internacional.
Cr�nicas de M�laga
Manuel Jos� Garc�a Caparros.
Asesinado por la polic�a espa�ola en M�laga
4 de Diciembre de 1977
Ni olvidamos ni perdonamos
Tensi�n en M�laga por la muerte del joven manifestante
Partidos, centrales y ciudadanos responsabilizan al presidente de la Diputaci�n
Una fotograf�a de Jos� Manuel Garc�a Caparr�s, malague�o, de diecinueve a�os, rodeada de velas y claveles rojos, sirve hoy en el pavimento de la Alameda Col�n para se�alar el lugar que encontr� su muerte el d�a, en que Andaluc�a y Galicia se echaron a la calle para pedir su autonom�a. Un mill�n cuatrocientas mil personas, aproximadamente, se hab�an dado cita en las calles de las capitales de las dos regiones para, en un ambiente de alegr�a y exaltaci�n, solicitar sus estatutos. Las provocaciones de la extrema derecha no consiguieron romper el orden de las concentraciones, pero los sucesos de M�laga dieron esa nota triste.
JOAQU�N MAR�N - M�laga
EL PA�S | Espa�a - 06-12-1977
Numerosos impactos de bala se�alan el lugar donde cay� muerto el domingo el joven Jos� Manuel Garc�a Caparr�s, junto a los muros del antiguo edificio del peri�dico Sur, situado en la Alameda de Col�n, de M�laga. En el lugar exacto, una foto del finado, unas velas encendidas y unos claveles rojos sirven de punto de concentraci�n de muchos malague�os que acuden al lugar para testimoniar su p�same a los compa�eros de la v�ctima de la autonom�a andaluza.
Parlamentarios, partidos pol�ticos, centrales sindicales y ciudadanos en general, coinciden en se�alar que la chispa que encendi� todo fue la actitud tomada por el presidente de la Diputaci�n, Francisco Cabeza L�pez, que se neg� a que la bandera andaluza ondease junto a la nacional en la sede del organismo provincial. A pesar de esta actitud, que se cataloga en los comunicados de los partidos y de las centrales como una aut�ntica provocaci�n, la manifestaci�n pro autonom�a, con m�s de 150.000 personas, pas� junto a la Diputaci�n sin mayores incidentes. El edificio, en cuyo balc�n ondeaba s�lo la bandera nacional, estaba custodiado por efectivos antidisturbios de la Polic�a Armada. Junto a ellos, con banderas nacionales, se encontraban varios militantes de extrema derecha, conocidos en M�laga por sus acciones violentas. Los manifestantes, al pasar, ped�an la dimisi�n del presidente y, en general, segu�an su camino. Algunos, especialmente de los que ven�an al final de la marcha, se quedaron junto al edificio de la Diputaci�n. Un joven escal� la fachada y coloc� una bandera verdiblanca junto a la nacional. Despu�s empezaron los enfrentamientos. Los agentes del orden cargaron contra los concentrados, que arrojaron piedras contra los ventanales del edificio. Las cargas de la Polic�a Armada fueron de una violencia extrema, como no se recordaba en M�laga.
Mientras tanto, el grueso de la manifestaci�n continuaba su recorrido, sin saber que a su retaguardia se estaban produciendo enfrentamientos de gravedad.
El punto final de la manifestaci�n era la zona del Puente de las Am�ricas. All�, desde un paso elevado, los parlamentarios malague�os y los organizadores pusieron fin al acto con unas palabras encendidas de entusiasmo del diputado socialista Rafael Ballesteros, aclamados incesantemente por los manifestantes. La manifestaci�n, que se hab�a desarrollado en un clima festivo y a la que la presencia de mujeres y ni�os confer�a un car�cter aut�nticamente ciudadano, termin� con vivas a Andaluc�a, al pueblo andaluz y a la autonom�a.
La muerte de Jos� Manuel Garc�a
La ingente muchedumbre empez� a dispersarse con todo orden, haciendo el camino de vuelta hacia el centro de la ciudad, pero al llegar al puente de Tetu�n se encontr� con que all� se estaba librando una aut�ntica batalla, de una dureza inigualable. Los botes de humo y las balas de goma en un principio, m�s tarde aparecer�an las de plomo, sembraron la confusi�n. Abundaron las carreras, los atropellos, las ca�das al suelo de mujeres y ni�os.. Los manifestantes arrojaban piedras contra los polic�as, a un pelot�n de los cuales rode�. Este grupo de agentes, seg�n la nota oficial del gobernador civil, hizo uso de sus armas reglamentarias y fue entonces cuando cay� sobre el pavimento, herido mortalmente, el joven de diecinueve a�os Jos� Manuel Garc�a Caparr�s, trabajador de una f�brica de cervezas y militante de Comisiones Obreras, que fue recogido por vanos compa�eros y conducido a la residencia sanitaria de la Seguridad Social, donde ingres� cad�ver.
Incidentes nocturnos
La noticia de la muerte de Jos� Manuel se esparci� r�pidamente por toda la ciudad. La comisi�n organizadora celebr� una reuni�n de urgencia, mientras que los parlamentarios se dirigieron al Gobierno Civil. A primeras horas de la tarde se hizo p�blica una nota oficial del Gobierno Civil, cuya veracidad es puesta en duda por los diversos partidos y organizaciones, sindicales.
La nota del Gobierno Civil afirmaba: �Numerosos grupos de manifestantes, sobre todo al final de la manifestaci�n, se fueron concentrando ante dicho edificio oficial, comenzando a lanzar contra su fachada objetos diversos, para terminar apedre�ndola con gran intensidad y produci�ndose rotura de cristales y lunas. En tal momento se dio orden de despejar el gran n�mero de concentrados ante dicho edificio, lo que se efectu� seguidamente por las fuerzas de orden p�blico. En el punto indicado se produjo la colisi�n de los manifestantes con las fuerzas de la Polic�a Armada, que fueron atacadas con piedras, de las que qued� literalmente sembrada la calzada. Un pelot�n de las fuerzas de orden p�blico fue acorralado, y agotados sus elementos antidisturbios se vio precisado a hacer uso de sus armas cortas.�. Para intervenir en las investigaciones que se llevan a cabo para esclarecer los incidentes, lleg� ayer a M�laga el subdirector general de Seguridad, Jos� S�inz.
M�laga golpeada
Juan de Dios Mellado
Primera Plana � Diciembre 1977
A M�laga, como al resto del Pa�s Andaluz, la golpe� con dureza la muerte de Jos� Manuel Garc�a Caparr�s. Jos� Manuel cay� en el puente de Tetu�n a causa de una bala. Luego �el seis de diciembre- el Pa�s Andaluz se vestir�a de luto y M�laga ser�a nuevamente golpeada.
La autonom�a andaluza tiene su primer m�rtir. Manuel Garc�a Caparr�s, 19 a�os y militante del PCE y de Comisiones Obreras. Hoy se sabe ya con exactitud que cay� por la bala que dispar� un Polic�a Armada. Donde la sangre joven se derram�, mientras pronunciaba una ultima palabra �justicia�, los malague�os se dan cita con claveles rojos, verdes, blancos. Hay un letrero: �Crimen Fascista�. Y en el suelo: �Justicia popular�.
El d�a 4 de Diciembre, cuando mill�n y medio de andaluces, en las nueve provincias, en sus calles y plazas gritaban por una Andaluc�a libre y los brazos de los andaluces m�s j�venes se alzaban en Catalu�a pidiendo autonom�a, Jos� Manuel Garc�a Caparros daba el ultimo estertor. Un hilo de sangre sali� por su boca. La calle de Comandante Ben�tez ya se conoce popularmente por calle Manuel Garc�a.
La Andaluc�a abnegada, cargada de promesas incumplidas, pisoteada por el centralismo y el caciquismo... La M�laga refugio y solaz de quienes hicieron enormes fortunas a la sombra del franquismo, se levant� cuando se supo la muerte de un joven, de dos heridos m�s por bala y otros muchos contusionados por una acci�n de la polic�a que todos calificaron de brutal.
La convocatoria del D�a de Andaluc�a en M�laga ven�a cargada ya de negros presagios. D�as antes, el Presidente de la Diputaci�n, el falangista Francisco Cabeza L�pez, hab�a manifestado que la bandera verde-blanca-verde no ondear�a en el edificio provincial. Meses antes, el pleno de la Diputaci�n aprobaba el uso de la bandera. Pero Cabeza L�pez dijo no. Y nadie le oblig�, ni le pudo obligar a colocarla. La espoleta ya estaba puesta. Lo otro fue ya una cadena que no termin� en masacre gracias a la serenidad del pueblo malague�o que no cay� en la trampa. Elementos de Fuerza Nueva y del Frente Anticomunista Espa�ol que capitanea por estas tierras un alf�rez provisional, Enrique del Pino, calentaron los �nimos d�as antes. La bandera verdiblanca, s�mbolo de una nueva Andaluc�a fue destrozada por estos ultras en la v�spera del D�a de Andaluc�a.
La espoleta de unos incidentes
Un joven escala la fachada de la Diputaci�n de M�laga
para colocar la bandera andaluza el 4--D
Cuando la cabeza de la manifestaci�n pasaba por delante de la Diputaci�n Provincial, los parlamentarios, l�deres de partidos y centrales sindicales pararon unos segundos. Mirada de desprecio en algunas caras y de dolor en otras. Pero ya otros manifestantes iban colocando banderas andaluzas en sus ventanas
Un joven del PC sujet�, con cadena y candado, una bandera a la verja de la puerta de entrada. Otro m�s osado y al parecer sin militancia activa en ning�n partido, como una ara�a humana, escal� hasta el balc�n principal con el objeto de colocar la bandera andaluza en el mismo m�stil donde estaba s�lo la ense�a nacional. Cuando culmin� su arriesgado trabajo, miles de gargantas gritaron ��Viva Andaluc�a!�. Poco dur�. La Polic�a hizo su aparici�n y carg� contra el grupo de manifestantes delante de la Diputaci�n. Fueron los primeros botes de humo, las primeras carreras, las primeras caras de p�nico, de terror, de tragedia. Los gritos de �Cabeza, fascista, dimite� fueron sustituidos por �Cabeza al pared�n�. Y luego, los gritos contra la polic�a... las piedras. Y m�s carreras.
Hoy, con los �nimos m�s templados, nadie en M�laga se explica el por qu� de la acci�n de la Polic�a. Fantasmas del norte del pa�s parece que sobrevolaban las cabezas de los polic�as. Y aunque desmentido por el Ministro Mart�n Villa, la imagen del Comandante Imaz parec�a rondar por las calles malague�as. Es cierto que en algunas ocasiones la Polic�a se sinti� acorralada, pero tambi�n lo es la extrema dureza empleada contra personas solitarias, contra conductores de coches y motos. Se lo o�mos decir a un miembro de la COPEL en el lugar donde cayera Manuel Jos� Garc�a Caparros: �Esto sucede en el Norte y estalla�
Disparos, no s�lo al aire
La Polic�a espa�ola reprime
Cuando regresaba el grueso de la Manifestaci�n desde el Puente de las Am�ricas hasta el centro del casco urbano sonaron los primeros disparos de pistola. Por la espina dorsal de miles de malague�os corri� la duda y el temor. Y una pregunta en la cara de todos: ��Qu� pasa?�. A los disparos de pistola les siguieron los botes de humo y las balas de goma hacia el barrio del Perchel y la Trinidad. Ser�an las dos y cuarto de la tarde.
En la versi�n oficial se dice que la polic�a se sinti� acorralada y sin dotaci�n antidisturbios en las confluencias de las calles Alameda de Col�n, Avda. del General�simo y Puente de Tetu�n y tuvo que tirar de la pistola.
Esta versi�n ha sido rebatida por testigos pres�nciales, aunque alguno de ellos reconociera que efectivamente hubo momentos en que la Polic�a estaba copada, pero dispon�a de las porras y otros medios. Igualmente sorprende que la polic�a, nada m�s comenzar los incidentes, agotara su dotaci�n antidisturbios.
Es verdad que la polic�a dispar� al aire pero tambi�n hubo muchos disparos sin levantar las armas al cielo. El lugar donde cay� Manuel Jos� Garc�a Caparros est� acribillado por varias balas. Antonio Ortiz Carrasco nos contar�a como una bala le pas� por la cabeza, disparada al parecer, por el mismo causante de la muerte del joven, un sargento grueso.
Luego todo fue una batalla campal. Este periodista, a pocos metros de su estomago tuvo una pistola. Dos diputados, Francisco de la Torre (UCD) y Rom�n (PSOE) estaban all� y declarar�an haber visto pistolas fuera de sus fundas, palos, miedo, pavor, p�nico, carreras, mujeres hist�ricas, desbandada, acoso a la polic�a, m�s botes de humo, m�s balas de goma, piedras, y palos.
Indignaci�n popular
Los j�venes toman M�laga
y responden a la Polic�a espa�ola
El pueblo, indignado, se ech� a la calle el domingo por la noche.
El lunes, tras el sepelio del joven en el cementerio de San Miguel, al que asistir�a Marcelino Camacho, piquetes de j�venes tuvieron en jaque a la polic�a hasta altas horas de la madrugada.
El domingo, pese a la primera llamada a la serenidad realizada por los parlamentarios y algunos lideres pol�ticos, fue de una violencia tremenda. La Polic�a malague�a ya ten�a los primeros refuerzos de las Brigadas Especiales Antidisturbios �los famosos �Tres Hebillas� por sus botas- llegadas de otras provincias.
La guerrilla urbana, desconocida por estos lares, se puso en movimiento. Las Brigadas Especiales no se andaban con remilgos a la hora de dispersar.
El martes, d�a 6, se declar� de luto en toda la provincia malague�a. Algunos partidos lo llamar�an d�a de lucha. Otros de rencor. La ciudad entera viv�a ya bajo el p�nico.
El lunes por la ma�ana permiti� a los malague�os, a los pocos que trabajaron y abandonaron sus hogares, ver directamente los primeros destrozos en calles y establecimientos. En cualquier bar, en las esquinas de las calles, en los bancos, en todos los lugares se hablaba de lo mismo. Llovieron los comunicados. El ambiente se iba caldeando. Pasaban las horas.
Se dice que se busca a Francisco Cabeza L�pez. Pero �l hab�a puesto tierra de por medio nada m�s presentar su dimisi�n el domingo por la noche. Nada se sabe de las palabras que intercambiar�an el Gobernador Civil y el ex-presidente de la Diputaci�n.
Llegan m�s refuerzos policiales. Esta vez de Murcia y C�rdoba. En M�laga ya est� el Subdirector General de Seguridad, Sr. Sainz Gonz�lez; el general subinspector de la Polic�a Armada y dos comandantes para llevar directamente las investigaciones de los hechos que terminaron con la muerte de Manuel. Hay una afirmaci�n del Gobernador civil, Enrique Riverola �Se llegar� en la investigaci�n hasta las ultimas consecuencias, sin componendas de ning�n tipo, ni ocultar ninguna verdad�. De la misma opini�n es el Sr. Sainz Gonz�lez. La autoridad judicial, por su parte, inicia tambi�n las investigaciones. Parlamentarios y centrales sindicales visitaron constantemente al Gobierno Civil. En los bajos, en comisar�a, se golpeo a manifestantes detenidos. Algunos lideres pol�ticos como Fernando Piernavieja, abogado y cenetista, entr� en c�lera al verlo. Se puso el hecho en conocimiento del Gobierno Civil. En estos medios sindicales existe la total convicci�n de que la polic�a se le escap� de las manos al propio Gobernador. Los parlamentarios denunciar�an hechos a Mart�n Villa que no hab�an sido ordenados por el Gobernador como el quitar banderas andaluzas, arrancar crespones negros de los coches y de las motos y obligar a los transe�ntes a quitarse el lazo negro.
Ser�a largo de referir la acci�n de las Brigadas Especiales en las calles malague�as, como las llevadas a cabo por comandos incontrolados en los actos de vandalismo, barbarie y pillaje que se produjeron en la noche del lunes tras el sepelio del joven Manuel. Baste decir que seg�n los comerciantes las p�rdidas por destrozos �aparte de los d�as sin vender- ascienden a m�s de 200 millones de pesetas.
De c�mo estar�an los �nimos baste rese�ar que un diputado socialista, Carlos Sanju�n recibi� dos pu�etazos en las mismas puertas del Gobierno Civil y delante de otro diputado, Francisco de la Torre (UCD) y dos inspectores del Cuerpo General de Polic�a.
Pero la masacre, pese a todo, se pudo evitar. Nos lo d�a una alta personalidad de la Polic�a: �Si en cualquiera de los dos intentos por asaltar el cuartel de la Polic�a Armada hay alguien que dispara, los muertos se hubieran contado por decenas".
M�laga vivi� horas de p�nico y terror. Un hombre joven cayo muerto en sus calles pidiendo justicia. A miles de malague�os se les quebr� la voz con el ��Viva Andaluc�a!�.
Lo que empez� como una jornada de alegre confianza en poder alcanzar una autonom�a que le permita salir del subdesarrollo, se convirti� en jornada de dolor y de luto.
Descanse en paz Manuel y que la paz llegue a Andaluc�a.
Despu�s del 4-D...
Jornada de luto y paros en toda Andaluc�a
Banderas con crespones negros y m�sica cl�sica en las emisoras
EL PA�S | Espa�a - 07-12-1977
Sin que se produjesen incidentes graves se llev� a cabo ayer en toda Andaluc�a la jornada de luto y el paro general de una hora (que en algunas ciudades se ampli� a casi toda la jornada), en protesta por la muerte del joven Garc�a Caparros. No obstante, en Sevilla, Huelva y otras ciudades andaluzas se produjeron enfrentamientos entre huelguistas y manifestantes y las fuerzas de orden p�blico, seg�n las informaciones de nuestros corresponsales en Andaluc�a. La jornada de luto y el paro general de una hora hab�an sido convocados por la comisi�n pol�tica regional que organiz� el D�a de Andaluc�a. Sevilla, C�rdoba y Granada fueron -al margen de M�laga- las ciudades donde los paros tuvieron mayor incidencia. Aunque ning�n organismo oficial ni ninguna central sindical ni partido pol�tico dieron ninguna cifra del n�mero de personas que participaron en los paros, los corresponsales de EL PA�S consideraron que entre las doce y la una de la tarde de ayer Andaluc�a qued� pr�cticamente paralizada, al menos en sus n�cleos m�s importantes de poblaci�n.
Los paros m�s importantes se realizaron en los sectores del metal y de la construcci�n, as� como en la banca y el comercio, incluidos los grandes almacenes. Diversos sectores de la Administraci�n se sumaron asimismo al paro, al igual que transportes p�blicos y privados. No se registr� ninguna actividad en las universidades andaluzas.
En casi todas las ciudades importantes se realizaron diversas concentraciones y manifestaciones de car�cter pac�fico, aunque en Sevilla, Huelva y Granada se produjeron enfrentamientos con la polic�a, que actu� con material antidisturbios. No se conoc�a que se hubieran producido heridos de consideraci�n.
Cientos de banderas verdiblancas con crespones negros fueron la t�nica general de todas las ciudades de Andaluc�a. Durante la hora del paro total, las emisoras de radio transmitieron m�sica cl�sica y sinf�nica. En Granada llegaron a formarse algunas barricadas y la polic�a dispar� botes de humo y pelotas de goma. En Ja�n, grupos de estudiantes y obreros colocaron coronas de flores en la plaza de la Diputaci�n. En numerosos centros de trabajo de toda Andaluc�a se celebraron asambleas y actos de homenaje en memoria del joven malague�o muerto el pasado domingo, y se guardaron minutos de silencio.
M�laga recobra la normalidad ciudadana
Mientras prosiguen las investigaciones para esclarecer los hechos
ISMAEL FUENTE LAFUENTE ENVIADO ESPECIAL, - M�laga
EL PA�S | Espa�a - 08-12-1977
M�laga recuper� ayer la completa normalidad ciudadana despu�s de los grav�simos incidentes registrados en los �ltimos tres d�as, que culminaron con la huelga general del pasado martes y con los violentos enfrentamientos entre manifestantes y polic�as como protesta por la muerte del joven comunista Jos� Manuel Garc�a Caparr�s, ocurrida el pasado domingo durante la celebraci�n del D�a de Andaluc�a. Mientras tanto, prosigue a buen ritmo la investigaci�n que dirige personalmente el subdirector general de Seguridad, se�or S�iz, con el fin de esclarecer los hechos y averiguar las posibles responsabilidades.
El alto funcionario de la Direcci�n General de Seguridad afirm� ayer a EL PAIS que, aunque el asunto de la muerte del joven Garc�a Caparr�s y los incidentes posteriores est�n en manos del juez, cree estar en condiciones de poder elevar un informe al ministro del Interior a finales de esta semana, en el que, con independencia de la v�a judicial, se pueda establecer la identidad de los responsables de los hechos. Aunque ni el se�or Sainz, ni el gobernador civil de M�laga, ni las autoridades judiciales se han pronunciado sobre la identidad del autor del disparo que ocasion� la muerte de Garc�a Caparr�s, parece descartarse por completo los rumores que circularon estos d�as en el sentido de que los disparos se luciesen con un arma distinta a las que utiliza reglamentariamente la polic�a. Una alta fuente oficial de M�laga, coment� a EL PA�S, en contra de algunas noticias publicadas, que aunque la bala extra�da del cad�ver est� a�n en poder del juez, �sta pertenece a un arma reglamentaria de la polic�a. Afirmaci�n que coincide con la del otro herido por arma de fuego en la misma manifestaci�n, en el sentido de que los disparos fueron efectuados por agentes de la polic�a.
Durante todo el d�a de ayer, numerosas personas, entre ellas representantes de partidos pol�ticos, visitaron al se�or S�iz, con el fin de prestar testimonio de los incidentes. Seg�n declar� este �ltimo a EL PA�S �se est�n realizando todas las gestiones posibles para el total esclarecimiento de los hechos, tal como comunic� ayer oficialmente el Consejo de Ministros. No tengo ninguna limitaci�n y estamos dispuestos a llegar lo m�s lejos posible�.
M�laga amaneci� ayer con neblina y lluvia que persisti� con gran intensidad durante casi todo el d�a y casi completamente limpia de los graves destrozos ocasionados en los �ltimos d�as. La operaci�n de limpieza fue llevada a. cabo por las brigadas de limpieza municipales, una vez que a las doce de la noche del martes se completase la huelga general de veinticuatro horas. Lo que, en cambio, no pudo ser reparado fueron los numerosos escaparates de muchos comercios.
Vuelta al trabajo
La reincorporaci�n al trabajo se produjo desde primera hora, paulatinamente, con toda serenidad y sin que se produjese ning�n incidente, tal y como hab�an pedido repetidamente la mayor�a de los partidos pol�ticos y las centrales sindicales, con la excepci�n -muy criticada- de USO y CNT. Todos los servicios de la capital malague�a quedaron normalizados en el curso de la ma�ana de ayer.
Luego de que las brigadas especiales de antidisturbios patrullaran las calles de la ciudad -pr�cticamente tomadas de manera militar durante los pasados lunes y martes-, las fuerzas de orden p�blico no hicieron ayer ninguna aparici�n en p�blico y s�lo un fuerte ret�n se manten�a en el cuartel principal de la Polic�a Armada, que el pasado lunes estuvo a punto de ser asaltado por los manifestantes.
En una primera evaluaci�n se se�ala que los da�os ocasionados en edificios privados y p�blicos del centro de la ciudad alcanza. la cifra de 35 millones de pesetas, aunque algunas autoridades locales y comerciantes se�alan que la cifra es muy superior debido al saqueo y pillaje de que fueron objeto los comercios. Hasta tal punto que las autoridades municipales est�n estudiando la posibilidad de solicitar la declaraci�n de zona catastr�fica en el centro comercial de M�laga, con el fin de que el consorcio nacional de seguros pueda cubrir los da�os que no cubren los seguros normales.
Al cierre de esta edici�n, no se ten�a ninguna noticia de que se hubiesen producido alteraciones del orden p�blico en M�laga. El gobernador civil, se�or Riverola, llam� la atenci�n sobre la prueba de civismo que hab�a dado el pueblo malague�o con su normal incorporaci�n a la vida ciudadana y alab�, igualmente, el noble comportamiento, durante el conflicto, de los partidos pol�ticos y centrales sindicales, que, seg�n. sus palabras, han dado pruebas de una gran madurez pol�tica.
La Corporaci�n provincial no se solidariza con el presidente de la Diputaci�n
La Corporaci�n provincial de M�laga ha hecho p�blico un comunicado en el que manifiesta que no se solidariza con su presidente como consecuencia de los incidentes ocurridos el pasado domingo Y aclara su posici�n sobre el hecho de que ese d�a no ondeara la bandera de Andaluc�a junto a la espa�ola en el balc�n principal de la Diputaci�n.
Dicho comunicado hace constar p�blicamente la plena identificaci�n con los ideales del D�a de Andaluc�a como reafirmaci�n y encuentro de su identidad, para cuya plasmaci�n de concretas iniciativas se iniciaron, potenciaron y convocaron las reuniones del ente regional andaluz, as� como decidi� participar econ�mica y activamente en la manifestaci�n del d�a 4.
Redactado el informe del subdirector general de Seguridad sobre los sucesos de M�laga
Ser� estudiado por el Gobierno en el proyecto Consejo de Ministros
EL PA�S | Espa�a - 10-12-1977
El Consejo de Ministros no pudo conocer ayer el informe que sobre la investigaci�n oficial de los sucesos de M�laga ha llevado a cabo el subdirector general de Seguridad, se�or S�iz Gonz�lez, ya que �ste no ha terminado a�n la redacci�n del mismo. Mart�n Villa inform� en cambio a sus, compa�eros del Gobierno sobre los contactos mantenidos el pasado jueves en la capital malague�a con las autoridades locales y con los parlamentarios locales, as� como de su entrevista en M�laga con el subdirector general de Seguridad.
Fuentes del Ministerio del Interior se�alaron que el informe del se�or S�iz ser� entregado al ministro este fin de semana, con objeto de que pueda ser estudiado en el pr�ximo Consejo de Ministros.
Con el se�or S�iz regres� a Madrid ayer el general subinspector de la Polic�a Armada, quien tambi�n ha participado en la investigaci�n. Durante los cinco, d�as que permaneci� en M�laga el subdirector general de Seguridad se entrevist� con numerosas personas, entre ellas con presuntos testigos de la muerte de Jos� Manuel Garc�a Caparr�s, con pol�ticos y periodistas, as� como con el fiscal general de M�laga y con el juez instructor encargado de los sucesos de M�laga. En poder del se�or S�iz se encuentran varias cintas magnetof�nicas.
Por otra parte, contin�a sin ser conocido el paradero de hasta el pasado lunes presidente de la Diputaci�n de M�laga, Francisco Cabezas, a quien los partidos pol�ticos, centrales sindicales y movimientos ciudadanos acusan como uno de los responsables del deterioro de la manifestaci�n del pasado domingo en la que muri� Garc�a Caparr�s, al negarse a colocar en el balc�n de la Diputaci�n la bandera andaluza.
Desde hace varios d�as los peri�dicos de M�laga publican un recuadro publicitario en el que se aclara la identidad de un nombre. El anuncio est� ordenado por Francisco Cabeza Guerrero, agente de aduanas, y Diego Cabeza Guerrero, de la firma Gr�as Cabeza. El anunci� dice que por confusi�n han recibido diversas amenazas de muerte y comunican al p�blico de M�laga que no tienen vinculaci�n alguna con la Diputaci�n.
El Movimiento Socialista de Andaluc�a (MSA) ha presentado ante los tribunales una denuncia contra el ex presidente de la Diputaci�n de M�laga, Francisco Cabeza, por �alteraci�n del orden p�blico, provocaci�n y otros presumibles delitos�. La ORT de M�laga ha iniciado una campana de recogida de firmas para apoyar su solicitud de que la actual calle de Comandante Ben�tez, de M�laga, pase a llamarse calle de Jos� Manuel Garc�a Caparr�s, nombre del joven que falleci� durante los sucesos del D�a de Andaluc�a.
[Al a�o siguiente, 1978, las fuerzas pol�ticas mayoritarias no convocaron el 4-D porque dos d�as despu�s se plebiscitaba la Constituci�n espa�ola, que no s�lo le negaba la Soberan�a Nacional a Andaluc�a sino que tambi�n la discriminaba en el acceso a la "autonom�a". En sustituci�n de las movilizaciones, presentaron a la prensa el llamado Pacto de Antequera* como apoyo a la Constituci�n espa�ola y reclamaci�n de autonom�a en su marco.
En 1979, en medio de la pol�mica sobre las v�as auton�micas -del art. 143 o del 151- s� convocaron manifestaciones -nuevamente masivas- pero en este caso, tomando nota de lo acontecido- con la precauci�n simb�lica de que fueran encabezadas juntas por las mismas banderas que se hab�an enfrentado en 1977: la andaluza y la espa�ola. Luego, sustituir�an el 4-D por el 28-f, convirtiendo el D�a de Andaluc�a en algo oficial, pasivo e institucional.
Para la izquierda andaluza, sin embargo, nunca hubo dudas -desde el respeto y el cari�o a lo que signific� el 28-f- que el 4-D fue, es y ser� nuestro D�a Nacional].
*Sobre este pacto y el proceso pol�tico andaluz en general, ver: Andaluc�a - El Debate sobre la Reforma del Estatuto de Autonomia - Contra el federalismo espa�ol en Archivo de Documentos - Carpeta Andaluc�a
Un an�lisis de la �poca sobre el contexto y las consecuencias del 4-D
Politizaci�n de la identidad andaluza y lucha autonomista
Imagen del 4-d en Sevilla
7.
El problema nacional andaluz refleja en t�rminos reivindicativos la resistencia a la subordinaci�n econ�mica, a la prostituci�n y humillaci�n de la cultura andaluza, a la marginaci�n pol�tica de Andaluc�a.
En la Transici�n, se da salida al malestar acumulado. La demanda de autonom�a se hace un�nime.
Las movilizaciones del 4 de Diciembre de 1977 (mill�n y medio de andaluzas y andaluces en la calle) del 2 de Diciembre de 1979, permiten medir el eco del problema.
El pueblo andaluz expresa el deseo de contar con un Poder Andaluz capacitado para, desde Andaluc�a, aplicar la consigna de Tierra, Trabajo y Libertad; que ejerza el control de los propios recursos y posibilite as� la vuelta de los emigrantes. Se aspira a recuperar la dignidad como andaluces, a obtener la igualdad pol�tica y econ�mica con las otras naciones del Estado. No acompa�an a estos deseos la conciencia clara de los medios para materializarlos ni una definici�n pol�tica expresa de las implicaciones que pueden encerrar para las relaciones entre Andaluc�a y el Estado espa�ol.
Simult�neamente �y al calor de estas movilizaciones- se produce un amplio y diversificado movimiento cultural de recuperaci�n de la identidad andaluza que remarca las se�as diferenciales de Andaluc�a.
El movimiento de masas muestra su fuerza potencial en los d�as nacionales pero en lo cotidiano se ubica dentro de los cauces reformistas. Los partidos con mayor influencia en �l (PSOE, PCE, PSA, PTE) participan de la l�nea del consenso constitucional y la colaboraci�n de clases. Todos ellos encorsetan las reivindicaciones andaluzas en el marco de la futura Constituci�n mon�rquica espa�ola. Lo hacen a sabiendas de que esta Constituci�n negar� cualquier perspectiva de Soberan�a Nacional para Andaluc�a. Sin embargo, cargan demag�gicamente de potencialidades transformadoras al modelo auton�mico establecido en la Constituci�n. Act�an as� ante la presi�n social que en ese momento recoge ampliamente el deseo de un Poder Andaluz �de alcances inconcretos- que no tienen excesiva dificultad en identificar con la autonom�a.
El resonante �xito electoral del Partido Andalucista (entonces a�n PSA) en 1979 �cinco diputados y m�s de 300.000 votos- reflejar� esta situaci�n de separaci�n entre aspiraciones y conciencia.
8.
A finales de 1979, la UCD acuerda con el PSOE dar un giro auton�mico. Se quiere legitimar la opresi�n nacional de Catalu�a y Euskadi otorg�ndoles un status singular. Esto supone la ruptura del Pacto de Antequera (verano de 1978) por el que el arco comprendido entre AP y PTE se hab�a comprometido a encauzar en proceso auton�mico andaluz dentro de la Constituci�n pero con un nivel y consideraci�n igual al m�s alto que �sta permitiera.
La rebaja de Andaluc�a del Art. 151 al 143 provoca un salto espectacular en la movilizaci�n de masas. El cambio de v�a es visto como un atentado a la dignidad de Andaluc�a, como una nueva burla a las aspiraciones andaluzas. La fuerza tumultuosa de la indignaci�n popular empuja a las direcciones reformistas a cabalgar el movimiento. El temor a una hipot�tica capitalizaci�n andalucista y la posibilidad sobrevenida de poder desgastar electoralmente a la UCD, hacen al PSOE sumarse al 151, de la mano de Escuredo. Paralelamente, un movimiento espont�neo de resistencia y afirmaci�n inunda toda Andaluc�a, abatiendo las tradicionales barreras caciquiles de car�cter provincialista (orientalismo...).
Todas las fuerzas comprometidas con la Constituci�n se esforzaran por limitar el conflicto a una cuesti�n de v�as constitucionales y no de contenidos, presentando al 151 con capacidades desorbitadas y diluyendo las aspiraciones clasistas y nacionales que encierra esta movilizaci�n.
En esta situaci�n, el enfrentamiento entre el Gobierno Su�rez y un movimiento obrero y popular unificado pol�ticamente como nunca en su contra, se dio en el terreno electoral, es decir, luchando por alcanzar la mayor�a absoluta sobre el censo en el refer�ndum convocado para el 28 de Febrero de 1980. As� se resume su andadura anterior y se muestra el grado de control reformista. Se organizan espont�neamente y con una ampl�sima participaci�n formas de propaganda por el SI en f�bricas, barrios, pueblos, centros de estudio.., pero no se utilizan m�todos de lucha m�s radicales: huelgas, ocupaciones de f�bricas y fincas...
El triunfo del 28-f fuerza pol�ticamente al Gobierno de UCD a conceder el 151, homologando formalmente a Andaluc�a con Catalu�a, la Comunidad Aut�noma Vascongada y Galicia. Con ello �y a�n a costa de violentar la normativa legal vigente- la burgues�a y sus aliados pretenden reinstalar plenamente al movimiento de masas dentro del marco constitucional.
La burgues�a tiene, no obstante, que pagar un coste pol�tico por su incomprensi�n del proceso de conformaci�n nacional andaluz. Pese a sus limitaciones pol�ticas ya descritas, �ste agudiza radicalmente la crisis de direcci�n burguesa consiguiendo inutilizar pol�ticamente a la UCD como equipo pol�tico de la burgues�a espa�ola. Para esta ya no es �til una direcci�n que suma a su marginalidad anterior en Catalu�a y Euskadi, un rechazo visceral en Andaluc�a que la convierte en fuerza residual. Se abre una crisis de direcci�n pol�tica que conducir� al 23-f.
Los andalucistas participan d�bilmente en la campa�a y con escepticismo sobre las posibilidades de victoria. Su objetivo fundamental es acceder a instituciones andaluzas sean las que fueren.
El PSOE, ante la homogeneidad del discurso de las fuerzas parlamentarias pro-SI, queda como principal beneficiario del resultado. Capitaliza ampliamente los gestos del Presidente Escuredo.
9.
Una vez concluida la campa�a del Refer�ndum, las corrientes reformistas y los andalucistas se esfuerzan por soldar las fracturas nacidas de la lucha que se ha disputado. Se niegan a marginar a la UCD de la elaboraci�n estatutaria y retoman el discurso posibilista. El Estatuto de Carmona plasma de nuevo su estrategia: instituciones andaluzas subordinadas al Gobierno y al Parlamento espa�ol, sin poder de decisi�n sobre los problemas fundamentales (propiedad de la tierra, pol�tica econ�mica, orden p�blico...), sin capacidad para eliminar la presencia militar imperialista.
La Junta de Andaluc�a �constitucional y estatutaria- fue presentada, sin embargo, como ese Poder Andaluz capacitado plenamente para gobernar Andaluc�a y resolver sus problemas en funci�n s�lo de la correlaci�n de fuerzas nacional. Se tiene que maquillar al Estatuto de Carmona como si fuera el fruto natural de los deseos manifestados en el periodo precedente. Que esta maniobra sea necesaria, demuestra el nivel de movilizaci�n popular obtenidos con anterioridad. Que tenga �xito, ejemplifica los limites pol�ticos del ascenso anterior. Los sectores que intentan mantener la llama del 4-D y el 28-F d�ndoles coherencia pol�tica son minoritarios y con poca implantaci�n a escala nacional (LCR, MCA, PAU-PTA, SOC...).
El entusiasmo declina seg�n el 28-f se convierte en un recuerdo difuso perdido en la memoria social. Se acent�a el retroceso del movimiento obrero y popular, sacudido por las derrotas estatales repetidas y por la derrota nacional inflingida con el Estatuto.
Si el 28-f es una manifestaci�n peculiar de un movimiento de masas que a�n conserva el caudal de combatividad acumulado desde la agon�a del franquismo, una expresi�n de su vitalidad �incluso bajo la batuta reformista- que tiende a verterse en la din�mica nacional, la decepci�n de sus ilusiones abre paso a un repliegue general.
10.
El retroceso del movimiento obrero y popular, su fracaso nacional, revierte en victoria electoral del PSOE. El PCA-PCE, a�n conservando una significativa presencia social, reduce su porcentaje electoral. El PAU-PTA se disuelve, integr�ndose parte de �l en las filas andalucistas en aras de la unidad nacionalista. El andalucismo paga con creces sus postreros acercamientos a una UCD en trance de desintegraci�n.
El PSOE recupera para s� el confuso nivel medio de conciencia pol�tica andaluza que resta tras el impacto del 28-f. Se recubre de verdiblanco, asumiendo �record�moslo- la autodefinici�n de partido nacionalista de clase (!!). Usa hasta la saciedad los s�mbolos de la naci�n andaluza (bandera, himno...). Ficha excuadros andalucistas, haciendo ver que puede defender tan bien o mejor que el andalucismo esos inconcretos intereses andaluces con los que el PA justifica su existencia. Reproduce la ch�chara vac�a contra un centralismo indeterminado, potenciando al tiempo la catalanofobia. Se presenta en resumen como el �gran partido de los andaluces�, el depositario del 28-F. Ayudado por el origen andaluz de sus m�ximos dirigentes (Felipe Gonz�lez, Alfonso Guerra) aprovecha que el movimiento de masas, a�n m�s pasivo, reorienta su atenci�n hacia Madrid, esperando recibir desde all� �donde se asienta el �nico poder real- las mejoras moderadas que se ve incapaz de imponer a trav�s de su propia lucha. De esta forma, la mayor�a absoluta andaluza sirve al PSOE como trampol�n hacia La Moncloa. 28-F y 23-F le han abierto el camino del Gobierno espa�ol.
De Los Comunistas Revolucionarios y la Lucha por la Liberaci�n Nacional de Andaluc�a, Declaraci�n Pol�tica del Comit� Nacional de Andaluc�a de la Liga Comunista Revolucionaria (Secci�n en el Estado espa�ol de la Cuarta Internacional) - Andaluc�a, Septiembre de 1988. Asequible completo en Archivo de Documentos-Carpeta Andaluc�a, junto a otros textos sobre la historia del proceso pol�tico andaluz.
25 a�os despu�s...
Las hermanas de Caparr�s, muerto en la manifestaci�n pro autonom�a hace 25 a�os, rompen su silencio
28/11/02 CANAL SUR REDACCI�N WEB
Dos hermanas de Manuel Jos� Garc�a Caparr�s han roto su silencio. Por primera vez han hablado de la muerte de su hermano hace 25 a�os, un 4 de diciembre durante la manifestaci�n preauton�mica de M�laga. Nada se sabe del autor del disparo que acab� con su vida y la familia jam�s ha recibido ni una explicaci�n ni una indemnizaci�n ni siquiera un reconocimiento p�blico.
Dolores y Francisca, que ten�an entonces 15 y 13 a�os, han explicado que su hermano acudi� a la manifestaci�n con tres amigos pero en el momento del suceso estaba s�lo, acababan de despedirse. La familia fue avisada tres horas m�s tarde, una enfermera les avis� de que el joven hab�a sufrido un accidente de tr�fico y que estaba grave. Ya en el hospital comprob� que hab�a recibido un disparo. Dicen que la polic�a se llev� la bala y que no se abri� ninguna investigaci�n sobre la muerte. Jos� Manuel iba a cumplir 19 a�os.
El entierro fue multitudinario, pero despu�s sigui� el silencio. Ni las autoridades provinciales, ni policiales ni los sindicalistas de CCOO al que pertenec�a Jos� Manuel se interesaron por la familia. Su madre muri� a los dos a�os de su muerte y su padre un a�o despu�s. Por eso el grupo municipal de IU va a pedir en el pleno de ma�ana que el ayuntamiento de M�laga le nombre hijo predilecto y le otorgue la medalla de oro de la ciudad a t�tulo p�stumo. Adem�s, se solicitar� al Consistorio la construcci�n y ubicaci�n en un lugar c�ntrico de la ciudad de un monolito conmemorativo a la memoria de este malague�o "que sirva como s�mbolo de la lucha de este pueblo por las libertades, la democracia y la justicia social". Tambien IU pedir� que todos los ayuntamientos de Andaluc�a pongan una calle con su nombre porque est� ligado a la historia de Andaluc�a. En M�laga hay una peque�a que inaugur� hace 5 a�os la alcaldesa Celia Villalobos, pero sin la presencia de la familia.
La familia de Garc�a Caparr�s cree que se deber�a trasladar el D�a de Andaluc�a al 4 de diciembre
Andaluc�a24horas
Dolores y Francisca, dos de las hermanas de Jos� Manuel Garc�a Caparr�s, muerto el d�a 4 de diciembre de 1977 cuando participaba en una manifestaci�n pro Estatuto de Andaluc�a, apuntaron que el D�a de Andaluc�a deber�a celebrarse el 4 de Diciembre y no el 28 de febrero. "Queremos que se le recuerde, no caiga en el olvido y est� en la memoria de todos los malague�os y andaluces en general", puntualizaron las hermanas del fallecido, al tiempo que manifestaron que "no hubo investigaci�n alguna sobre su muerte, todo se tap� y las puertas han estado cerradas sin ning�n apoyo institucional".
Recordaron que cuando se le puso en M�laga una calle a su hermano "no nos llamaron, pusieron la placa a escondidas y ni nos avisaron". Dolores y Francisca Garc�a Caparr�s criticaron asimismo que no recibieron apoyos del sindicato CCOO. en el que estaba afiliado.
Causas de la Muerte
Con respecto a las causas de la muerte hace ahora 25 a�os las familiares recordaron que a su padre le dijeron que Jos� Manuel hab�a tenido un accidente de tr�fico y no le dejaron entrar en el hospital aunque los m�dicos "le dijeron que hab�an ido polic�as y despu�s ya le vieron una bala que le entr� por un costado y le atraves� el cuerpo". "Yo me enter� cuando acababa de salir del trabajo e iba en el autob�s que hab�an matado a un muchacho pero no sab�a que era mi hermano", record� una de las hermanas de Garc�a Caparr�s.
Al entierro "fue much�sima gente, entre los que se encontraba Marcelino Camacho", precisaron, aunque se mostraron dolidas por no haber recibido ning�n trato ya que tras su muerte "nos mataron a todos porque mi madre enferm�, yo tuve que dejar el colegio para cuidarla y mi otra hermana era la �nica que trabajaba", afirm� Dolores Garc�a Caparr�s.
Sobre los enga�os y estafas del primer proceso de elaboraci�n estatutaria durante la Transici�n (1977-1981) ver
25 Aniversario del 4 de Diciembre
[C�mo fue realmente el 4-D], Andaluc�a Libre n� 147, 4 de Diciembre de 2002;
http://www.elistas.net/lista/andalucialibre/archivo/indice/121/msg/171/
Ya pas� el 28 de Febrero
[C�mo se lleg� al refer�ndum de iniciativa auton�mica], Andaluc�a Libre n� 165, 4 de Marzo de 2003;
http://www.elistas.net/lista/andalucialibre/archivo/indice/151/msg/195/
Memoria de Andaluc�a
[Pacto Antequera, 1978; Pasteleos elaboraci�n estatutaria, 1981], Andaluc�a Libre n� 120. 1/6/2002;
http://www.elistas.net/lista/andalucialibre/archivo/indice/91/msg/138/
28-f: La victoria robada,
Andaluc�a Libre n� 259, 2 de Marzo de 2005;
http://www.elistas.net/lista/andalucialibre/archivo/msg/314/
Historia del Proceso auton�mico de Andaluc�a
http://www.andalucia.cc/adarve/4d_index.htm
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